Los meses han pasado, la tierra no se acabó, pero casi. Las guerras han sido muy intensas, el hambre y las enfermedades también. La intensidad del fútbol se compara plenamente con la intensidad de las injusticias que dejaron pasar los noticieros.
El embola es la noticia del momento en el mundo, el dengue y el chicunguya en El Salvador, además de los pleitos de políticos y el peligro del la mente equivocada que pieza que es más fuerte el que empuña un arma y dispara más balas que el que con esfuerzo sostiene un lápiz en sus manos y escribe en un cuaderno desteñido la palabra PAZ.
Ciertamente la vida me ha enseñado a no confiar en nadie, ni del más querido ni del más odiado, que hasta un líder religioso es fuente de pecado, que los que hacen las leyes, las burlan. Quienes se dice protejen son los que matan y engañan.
No todo es malo en este mundo, hay luz de esperanza en esta niebla tan espesa, tan oscura y tan de muerte. Un niño que sonríe, una madre que proteje, un anciano que enseña y un joven que aprende. No todo esta perdido, hace falta actuar, hace falta voluntad.
Dios mío y de todos, danos fuerzas para soportar, coraje para enfrentar, humildad para aceptar y paz para perdonar, que el que tenga la razón no sea el que grita más fuerte, sino el que Dios ilumine para no tener que enfrentar. Lo importante no es ganar, lo importante es tener la certeza que lo hecho es correcto, es sincero, es de corazón y sobre todo que Dios ha dado fortaleza, amor y ternura para llegar a un fin.
Un paso más falta por este camino recorrer, errores que se corrigen y otros tantos habrá que cometer, para probar y perder, para lograr y ganar, para saber y aprender, para descansar y ser feliz. Tú lo sabes.